En memoria de mi abuelito Rubio.

RUBELIO DE JESÚS CORREA VALENCIA.

 Q.E.P.D (10/ene/1934-19/abr/2015)

Hoy 19 de mayo de 2015, se cumple un mes de la muerte de mi abuelo.

Lo único certero en la vida es la muerte.  Es una realidad innegable que todo ser vivo afrontará tarde que temprano. Los seres humanos somos afortunados ya que somos conscientes de este  hecho y no todos lo dimensionan en su totalidad.  La vida está llena de sorpresas, buenas y malas, de grandes compañías y soledades que parecen eternas

Mi abuelo fue un hombre que siempre tuvo presente que era mortal, que la vida es finita y supo aprovecharla, de la mejor manera que pudo y supo agradecer a Dios, por la vida   que le fue dada.

Me cuesta a veces reconocer que no está ya con nosotros, y sin embargo, me consuela saber que algún día lo volveré a ver, y que en mis sueños es frecuente charlar con él.  

Mi abuelito fue el MEJOR ABUELO DEL MUNDO. Tuvo, 3 hijas,  5 nietos (3 mujeres y dos hombres). En nuestra infancia siempre buscó los mejores lugares para hacernos columpios, de contarnos historias sin moraleja (uno de niño si que odiaba esas historias...). Siempre nos llevaba de paseo en su camioneta por todo el país para que conociéramos más de nuestra cultura, le encantaba decirnos chistes graciosos, asustarnos de cuando en cuando, tenernos listo los dulces cuando llegábamos de visita.

A mi siempre me trató como adulta en mi adolescencia. Contaba conmigo para cada decisión en la casa y cuando el no podía hacer alguna gestión, la hacia yo. Porque siempre creyó en mi.  Algo que me impresionaba mucho de mi abuelito, era su amor infinito por su familia, por sus hijas pero sobretodo por mi abuela. El la amó de verdad. Y ella le correspondió por 58 años, hasta el día de su muerte.

Sólo espero ser cómo mi abuelo.