Estar en un punto de la vida y darse cuenta que no vamos por el camino que soñamos o lo que llevamos no nos hace felices, nos hace preguntarnos: ¿me detengo, sigo cómo voy o comienzo de nuevo?. Muchos se quedan cuestionandose y de ahí no pasan. Otros,cómo yo, dejamos pasar el tiempo hasta que algo nos impulse al cambio.
Y no es fácil empezar de nuevo, sea con una pareja, un trabajo, otra carrera o una actitud ante la vida. Tenemos miedo al cambio, al fracaso, al tiempo que nuestras antiguas elecciones nos han consumido.
Al que dirán los demás, a la paranoía de que los otros esperan vernos fracasar...
